Las mujeres Saharauis entre resistencia y empoderamiento
El Sahara Occidental es un territorio que se sitúa entre Marruecos y Mauritania, al oeste de Argelia y a lo largo de la costa atlántica. En 1963 las Naciones Unidas lo añadieron a la lista de los Territorios non autónomos, después que desde 1883 había sido reducido a una colonia española. En 1975 la España franquista se retiró de la región y el día 16 de octubre del mismo año la Corte Internacional de Justicia aclaró que ninguna relación existía entre el territorio del Sahara Occidental y el Reino de Marruecos. Sin embargo, el mes de noviembre de 1975 fue un mes negro para el respeto del Derecho Internacional y para el futuro de los saharauis, la población originaria de la región: el día 6 de noviembre, 300’000 civiles y militares marroquíes invadieron el Sahara Occidental bajo petición del Rey Hassan II, mientras que el día 14 de noviembre se oficializó el traslado del poder administrativo de España a Marruecos y Mauritania. El Frente Polisario, movimiento de liberación nacional nacido dos años antes, no reconoció este acuerdo y el 27 de febrero de 1976 proclamó el nacimiento de la República Árabe Saharaui Democrática. Siguieron 15 años de conflicto armado en contra de Marruecos, quien quiso construir un muro largo de 2700 km para separar los territorios bajo su administración (alrededor de 80%) y los territorios liberados bajo la administración del Frente Polisario. Además, todo el territorio fue diseminado de minas. En 1991 intervinieron las Naciones Unidas: obtuvieron un cese de fuego y crearon la MINURSO, la misión de la ONU para la organización del Referéndum para la autodeterminación del pueblo saharaui. Un Referéndum que tenía que ser finalizado en seis meses desde la llegada de la MINURSO pero que, sin embargo, después de 28 años, todavía no ha sido organizado, dado la oposición del gobierno marroquí y la falta de voluntad política de la Comunidad Internacional.
Hoy en día, a pesar de que entre diciembre 2018 y marzo 2019 se han retomado las negociaciones entre el Frente Polisario y el Reino de Marruecos en Ginebra, se cuentan casi 44 años de ocupación militar marroquí en el Sahara Occidental. El resultado es trágico y evidente: colonización del territorio y llegada de cientos de miles de colones marroquíes, explotación ilegal de los recursos naturales y discriminación en contra de la población saharaui que ha decidido de quedarse en su tierra y no huir en los campamentos de refugiados en Argelia, donde vive en pobreza y dependiendo de la ayuda humanitaria internacional.
Las que más sufren de esta situación son las mujeres saharauis, que sin embargo también representan una de las fuerzas más activas de la resistencia frente la ocupación. Bien lo explica Maima Abdeslam, mujer saharaui representante del Frente Polisario ante las Naciones Unidas en Ginebra:
“Hay mucha persecución, mucha tortura, muchos encarcelamientos arbitrarios en los territorios ocupados. Es algo que pasa a menudo, es casi algo diario. El miedo se ha establecido en los hombres, así que las mujeres han empezado a llevar a cabo la resistencia pacífica en contra de la ocupación. Por supuesto hay muchos abusos y violencias en contra de las mujeres en los territorios ocupados. Los soldados marroquíes golpean regularmente a las mujeres saharauis y a menudo las violan. Lo hacen porque las mujeres son el corazón de la identidad saharaui: golpear las mujeres saharauis es un acto de violencia física y al mismo tiempo cultural, que se suma a toda la violencia de la ocupación y de la colonización marroquí. Pero justo por esta razón las mujeres saharauis han entendido que tienen que seguir luchando y adquiriendo un rol de protagonistas en la vida social y política, no obstante, eso sea algo que los militares marroquíes no puedan tolerar”.
Las mujeres saharauis están organizadas tanto en los territorios ocupados como en los campamentos en Argelia y en las diásporas en Europa. Nos lo explica Jadiyetu El Mohtar, miembro de la Unión Nacional de Mujeres saharauis, igualmente en cargo del Departamento de Relaciones Internacionales.
En ocasión del 8 de marzo, día de la mujer, le hemos puesto algunas preguntas sobre el doble papel de ser mujer y saharaui.
Buenas tardes Jadiyetu. ¿Podría explicarnos de qué se ocupa la Unión Nacional de Mujeres Saharauis y qué tipo de rol asigna a las mujeres saharauis?
Trabajamos fundamentalmente para crear redes con organizaciones de mujeres a nivel internacional, porque uno de los objetivos principales de nuestra lucha es dar a conocer la lucha de nuestro pueblo. Un pueblo que lleva más de 43 años ocupado por Marruecos, separado por un muro “defensivo” que Marruecos construyó para dividir el territorio y también la población.
Es una lucha doble, en la cual nosotras las mujeres contribuimos por una parte a impulsar y a dar a conocer esta lucha colectiva del pueblo saharaui por su derecho a la libre autodeterminación y a la independencia, por la restauración de su soberanía sobre su territorio, y por otra parte contribuimos a acompañar a las mujeres saharauis en su lucha por la emancipación, por el empoderamiento, por los derechos por los que luchan todas las mujeres en todo el mundo. Es una lucha desde una perspectiva de género donde las mujeres consideramos que somos parte de la sociedad saharaui y que tenemos un papel muy importante que jugar a nivel político, a nivel social, a nivel cultural, y también en la defensa de los Derechos Humanos y en la consolidación de los valores universales: igualdad, equidad, respeto, tolerancia.
¿Qué quiere decir ser feminista en la sociedad saharaui, dividida entre el exilio y la vida bajo ocupación militar?
La otra faceta de la Unión Nacional de Mujeres Saharaui precisamente es tomar su lugar dentro de la lucha feminista, dentro de la lucha colectiva que llevamos a cabo las mujeres en todas partes del mundo sin distinción de cultura ni de religión ni de condición social. Entendemos que las mujeres somos víctimas de un patriarcado en el que en todas partes tiene sus formas de discriminar a la mujer.
Nosotras las mujeres saharauis siempre hemos sido consideradas en la sociedad saharaui porque la cultura nómada saharaui es una cultura respetuosa no solamente con las mujeres sino también con las personas mayores y con los niños. Es una sociedad muy abierta y tolerante, muy solidaria, por costumbre y tradición. Los antropólogos precoloniales que han llegado al territorio del Sahara, en sus escritos, en sus libros y en sus notas, siempre han destacado que han visto a la mujer saharaui gozar de muchos derechos y libertades que ni siquiera gozaban las mujeres en Europa en el siglo XIX.
Esto realmente nos enorgullece, ser una sociedad abierta y tolerante; lamentablemente esta sociedad ha visto mermados los derechos de las mujeres en el momento en que llega el colonialismo español. Se trata de un colonialismo que relega las mujeres a sus labores o al ser ama de casa, lo mismo que pasaba en la España franquista. Entonces cuando, más tarde, llegó la lucha por la liberación de nuestro territorio contra el colonialismo español y, después, contra la ocupación militar marroquí, esto ha permitido a las mujeres saharaui retomar un papel que tenían en la cultura y en la sociedad saharaui precolonial. Por eso muchas veces, cuando llegan periodistas o delegaciones extranjeras, realmente se maravillan del papel que han tomado las mujeres saharauis y el protagonismo que tienen. Pero nosotras, como hijas de mujeres que han sido miembros de esta sociedad precolonial y sabiendo que nuestra cultura reconoce a las mujeres todo este espacio de libertad y de participación, no nos parece tan sorprendente.
Lo que nos ha dado la lucha por la liberación es un espacio en el que hemos encontrado una oportunidad después de un siglo de ocupación española; pero no es raro ni es nada extraño a la sociedad saharaui que las mujeres estén tomando parte de la lucha de liberación y que también estén trabajando en crear una sociedad abierta y que respete los derechos y los valores de la paz. Por eso trabajamos, por eso luchamos, por eso participamos.
Lucha por la emancipación de la mujer y por la independencia del Sahara Occidental: ¿cómo se combinan?
Nuestra mayor labor es precisamente la de liberar el territorio del Sahara Occidental y conseguir la independencia de la Republica Árabe Democrática Saharaui, porque entendemos que es la única manera de que las mujeres podamos culminar nuestro proceso de empoderamiento, nuestro proceso de liberación como mujeres y también para que nosotras las mujeres tengamos más oportunidades a nivel político y social. Si no tenemos un territorio independiente, no podemos desarrollarnos como personas ni como individuos. Entendemos que tener un gran esfuerzo colectivo en la liberación de nuestro país es la única manera de trazar una estrategia en el corto y largo plazo. Pero al mismo tiempo también trabajamos de manera paralela para que las mujeres no pierdan esos derechos que estamos adquiriendo en esta lucha que estamos haciendo en una perspectiva de género, como mujeres en la lucha global en contra del patriarcado.